“Todo conflicto armado, sobre todo si ocurre en Europa, afecta a los mercados centrales. Es así que, por una característica propia de Ucrania y de Rusia, ya subió el precio del trigo y de los commodities. Esos dos países tienen el 30% de la producción mundial de trigo y ahí vemos un impacto directo: naturalmente va a subir todo lo que tenga que ver con ese producto”, explicó el licenciado en Relaciones Internacionales Martín Rodríguez Ossés.

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En entrevista con LA GACETA, el especialista fue señalando todos los factores que podrían afectar económicamente a nuestro país si la guerra en Europa se prolonga. “Si el conflicto además pone en peligro la navegación del Mar Negro y el Mar de Azov, como ya está pasando, entonces también va a subir el precio de los seguros de flete en barco, y eso afectará a todos los productos importados por esa zona, pero además, en consecuencia, por ese tema habrá un aumento de precios en la cadena global”, indicó.

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“A nosotros como país nos afecta también lo que pase con el gas; Rusia es el proveedor de Europa, pero si tras esto en el Viejo Continente deciden acudir a otro proveedor por gas licuado, el precio subirá, y ese ya es un producto que nosotros importamos -aunque en poca medida-. Al gas licuado, Europa puede comprarlo de Estados Unidos o de Qatar. El tema con Qatar es que tiene suministros limitados y que deberá congelar o suspender contratos con otros clientes”, anunció Rodríguez Ossés. Con ese panorama, sintetizó su hipótesis: “en definitiva, el precio del combustible en Europa va a subir muchísimo. Ya subió un 40% y eso genera inflación; a su vez eso conlleva otro aumento al servicio de flete aéreo y marítimo. Por todo eso, indefectiblemente a Argentina le va a llegar el rebote de este conflicto”.

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Pero, ¿todo será negativo? ¿no habrá puntos positivos para nuestra economía como ocurrió durante otras guerras europeas? El especialista reconoce que sí. “Podemos llegar a emerger como un mercado sustituto de trigo si está condicionada la compra en los mercados principales de Europa. Habría que ver cómo impacta este acontecimiento en el comercio de otras materias primas”, argumentó.

Una ciudad especial

“Entender por qué Rusia está haciendo esto es algo que tiene muchas aristas, pero como punto clave creo que podemos mencionar que la civilización rusa nació en tres ciudades: Kiev (Ucrania) , Novgorod (en ese entonces Bielorrusia) y Smolensk (Rusia). Y Kiev es para los rusos la madre de las ciudades. Para ellos es increíblemente especial y es llamativo porque hablamos de un pueblo muy espiritual y religioso”, tuvo en cuenta el licenciado en Relaciones Internacionales.

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“Además, desde la mirada del imperio, Rusia siempre se preocupó por sus fronteras. Aunque suene contradictorio, se expandió siempre pensando en una cuestión defensiva. El imperio avanzaba en busca de una frontera natural porque estaba situado en medio de una enorme llanura; no había mares ni montañas que frenaran una invasión y, con esa preocupación, fueron avanzando y ‘comiendo’ territorios y ciudades en busca de esas fronteras naturales”, recordó Rodríguez Ossés. Y para contextualizar agregó: “ese espíritu de indefensión se transmitió hasta la actualidad. Hoy la población tiene una preocupación similar, que ya no se mide en kilómetros, sino en minutos: el temor de que en Ucrania instalen misiles balísticos a cinco minutos de Moscú”.

Sobre el reciente avance de la invasión rusa, el experto contó que tenía esperanzas de que no se llegara a este escenario actual. “Hasta el 19 de febrero yo pensaba que podía haber canales diplomáticos que pudieran evitar esta situación, especialmente si había mediación de Francia, sin embargo llegamos a este punto crítico, que desde noviembre viene siendo fomentado por Estados Unidos desde su narrativa. Fue una ‘profecía autocumplida’ del gobierno norteamericano”, dijo, y añadió: “creo que el destino de Ucrania apunta, muy a su pesar, a la neutralidad. Ningún país de occidente quiere arriesgarse a intervenir y espero que otros actores no presionen a Estados Unidos para que intervenga militarmente”.